Fue la moneda oficial de España durante poco más de un siglo, pero la peseta es una de las monedas predilectas de la historia de España. Se convirtió en moneda de curso legal en los territorios españoles (de la península y de ultramar) en 1868 y no fue hasta 2002 con la entrada del sistema monetario único europeo cuando dejó de utilizarse. Estuvo en circulación solo 130 años, pero una de las épocas más convulsas de la historia de la nación, habiendo sobrevivido a dos repúblicas, dos dictaduras y varias monarquías parlamentarias.
En su significado etimológico, peseta nace del catalán peceta, diminutivo de peça cuyo significado literal sería piecita. La primera emisión de monedas (1868) y la última (2001) tenían a los mismos protagonistas: a la diosa Hispania y al monarca que reinaba en el momento, un emotivo homenaje que puso fin a una divisa que será difícil de olvidar, un ejemplo de cómo un pequeño trozo de metal o de papel son testigos de la historia, vehículos de expresión, de ideologías o de formas de interpretar el mundo que constituyen un increíble testigo de la evolución de un país.
La Real Casa de la Moneda Española no ha sido la única en emitir las pesetas. De hecho, su predecesora fue la peseta catalana, moneda utilizada en dicho territorio durante la ocupación napoleónica. El País Vasco, durante el gobierno provisional en la Guerra Civil; el Frente Polisario Saharaui; Perú; y Guinea Ecuatorial han sido otros territorios que han acuñado y utilizado dicha divisa de forma independiente.
Breve historia de la peseta española
Corría finales de 1868 cuando, tras el triunfo de la Revolución de la Gloriosa, y el derrocamiento de Isabel II, el Gobierno provisional encargado de realizar la transición entre monarquía absoluta y parlamentaria aprobó la ley que certificaba la peseta como unidad monetaria. Aquel fue el nacimiento de la actual Real Casa de la Moneda Española, ya que la producción de dicha divisa se centralizó en Madrid y no en las fábricas repartidas por todo el territorio español.
Pero eso no significa que antes no se emitieran monedas así. En 1836 y 1837, la monarca Isabel II pagó con ella a las tropas que lucharon en la Primera Guerra Carlista con, cuyos rivales comenzaron a denominar de forma peyorativa ‘peseteros’, término que aún se utiliza en la actualidad.
Su aprobación definitiva se dio a finales de los años 60 de ese siglo, y aunque se realizaron tiradas esporádicas, no fue hasta el gobierno del general Serrano que no se convirtió en moneda oficial del Estado. Las razones de aquel movimiento no solo fueron políticas, también económicas: había entrado en vigor el nuevo sistema métrico decimal en la Unión Monetaria Latina y hasta ese año había en el país 21 unidades monetarias en circulación, algo que había que cambiar.
Había pesetas de bronce (de 1, 2, 5 y 10 gramos), de plata (de 1, 2.5, 5, 10 y 25 gramos) y de oro (32,25 gramos), pero a partir de la Segunda República (1931) se suprimieron las pesetas de plata. En 1937 comenzaron a introducirse pesetas fabricadas con metales no preciosos y con la instauración del régimen de Franco se retiraron de circulación todas las pesetas fabricadas con metales preciosos.
Los billetes también jugaron un importante papel en la época. A pesar de que al principio, por su alto valor (25, 50, 100, 500 y 1.000 pesetas) apenas fueron manejados por grandes bancos y entidades financieras, la devaluación de la divisa y la introducción de billetes de 5 y 10 pesetas aumentaron su uso. Más aún, durante la Guerra Civil incluso se emitieron de 50 céntimos, 1 y 2 pesetas.
Con el paso de los años, la frágil economía española fue mejorando y cambiando las necesidades de los ciudadanos, por lo que comenzaron a emitirse billetes de valor más alto. Los últimos billetes que se introdujeron fueron de 2000, 5000 y 10 000 pesetas, que sustituyeron a los pequeños.
En nuestro catálogo, encontrarás pesetas de diferentes valores y épocas históricas: sus primeros años de instauración durante la monarquía de Amadeo de Saboya, el reinado de Alfonso XIII, la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil (bando nacional y republicano), la dictadura de Franco, la Transición… joyas que atestiguan la historia de España y que lucirán de lujo en tu colección.